El 4 de octubre será un día importante para los entusiastas del simracing, ya que Thrustmaster revelará su nueva base Direct Drive de próxima generación. Esta tecnología promete revolucionar la experiencia de conducción en simuladores, al llevar el rendimiento y la precisión a otro nivel, manteniendo una premisa esencial: asequibilidad sin sacrificar calidad.
La Evolución del Direct Drive
En los últimos años, las bases de volante Direct Drive se han convertido en el estándar para los pilotos más exigentes, debido a su capacidad para transmitir con precisión las fuerzas de la simulación al volante sin retrasos. Sin embargo, las versiones de primera generación presentaban limitaciones importantes, como el calor excesivo, la saturación del motor y el temido cogging, que afectaban la fluidez y la precisión en la retroalimentación de fuerza.
Limitaciones de la Primera Generación
Las bases de volante de primera generación utilizaban un motor de flujo radial, que generaba problemas de pérdidas por cobre y hierro debido al calor y la ineficiencia en la transformación de energía eléctrica en fuerza mecánica. Estos problemas no solo afectaban el rendimiento, sino que también incrementaban el costo, haciendo que las versiones más asequibles sacrificaran calidad.
Uno de los mayores problemas era el clipping. Esto ocurre cuando el motor llega al límite de su capacidad y no puede transmitir más detalles, lo que impacta la capacidad del piloto para reaccionar adecuadamente durante una carrera. Además, el efecto de cogging, causado por la alineación incorrecta de los imanes del motor, creaba una sensación de “saltos” en el volante, comprometiendo la experiencia de conducción.
La Nueva Era de Thrustmaster
Con esta nueva generación de bases Direct Drive, Thrustmaster se ha propuesto superar estas limitaciones. Han diseñado un producto que combina precisión y asequibilidad, especialmente pensado para los usuarios de consolas. Aunque aún no han revelado todos los detalles, es probable que la nueva base incorpore tecnologías avanzadas de gestión térmica y algoritmos mejorados para eliminar problemas como el cogging y mejorar la retroalimentación de fuerza.
¿Qué Podemos Esperar?
Si bien Thrustmaster ha mantenido gran parte de la información en secreto, sabemos que la empresa lleva desde 2017 probando diferentes soluciones Direct Drive. Esta nueva base promete un equilibrio perfecto entre potencia y accesibilidad, enfocada en brindar a los pilotos de consola la fidelidad de respuesta que hasta ahora solo estaba disponible en las versiones de alta gama.
El próximo 4 de octubre, se dará inicio a lo que Thrustmaster ha llamado una “Nueva Era” en el simracing. Un lanzamiento que, sin duda, marcará un antes y un después en la forma en que vivimos nuestras carreras virtuales.